Después de varios meses de parón bloggero y cambios varios en mi vida, retomo la dieta y con ella la ilusión de aportar mi granito de arena a este proyecto personal.
Han sido meses convulsos, en los que he tenido cosas “más” importantes en las que pensar, y en los que la dieta quedó irremediablemente relegada a un segundo o tercer (o cuarto plano).
Ahora, con la llegada de septiembre, el mes de los buenos propósitos, veo la excusa perfecta para volver a contar mi experiencia y nutrirme de la de otros.
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Este es el pastel que le preparé a Sofía para celebrar su segundo cumpleaños.
Sin lugar a dudas, la playa ha sido para ella el gran descubrimiento del año. No ha parado de repetir “a la playa, a la playa” durante semanas, y todavía aún nos lo recuerda de vez en cuando… Así que no podía faltar un detalle playero.
La inspiración decorativa me vino visitando el blog francés Amuses Bouche, aunque las recetas de los diferentes ingredientes están cogidas de varios blogs españoles, con retoques personales.
Los ingredientes que se indican son para unas 16 raciones.
Para el Bizcocho:
9 huevos
300 grs. de harina
300 grs de azúcar
Un sobre de levadura
La ralladura de dos limones
Para el Almíbar:
150 ml agua
150 grs azúcar
Unas gotas de zumo de limón
Un chorrito de whisky (o cualquier otro licor que os guste)
Para la Trufa:
400 ml nata 35% MG (la de repostería)
300 grs chocolate fondant
Para la Crema Pastelera:
500 ml leche
125 grs azúcar
10 grs mantequilla
45 grs maizena
3 yemas de huevo
½ vaina de vainilla
½ ramita de canela
PREPARACIÓN:
Para el bizcocho (aconsejo prepararlo un día antes): Separar las yemas de las claras. Batir las yemas con una tercera parte del azúcar hasta que doble el volumen.
Montar las claras con una pizca de sal y añadir poco a poco el resto del azúcar sin parar de batir.
Añadir suavemente las claras a las yemas, con movimientos envolventes pero sin batir.
Incorporar suavemente la harina y la levadura tamizadas, y la ralladura de limón.
Verter en un molde previamente engrasado y cocer el bizcocho unos 25 minutos a 180ºC.
Apagar el horno cuando transcurra el tiempo de cocción, dejando el bizcocho 5 min. más con la puerta del horno abierta. Sacar del horno, dejar enfriar, desmoldar una vez frío y cortar en 4 discos.
Otra opción sería hornearlo en dos moldes diferentes y cortarlos por la mitad. Ese fue mi caso, ya que no dispongo de moldes tan altos.
Para la trufa (preparar con 24h antelación): Poner la nata en un cazo al fuego, justo cuando arranque a hervir apartar el cazo del fuego y añadir el chocolate troceado. Remover hasta la completa disolución del chocolate y reservar. Una vez frío enfriar en la nevera un día entero.
Para que la trufa quede más esponjosa batir con la batidora de varillas.
Para la crema pastelera: Abrir la vaina de la vainilla y rascar el interior. Reservar junto con la vaina. Poner a fuego lento 375 ml de la leche, el azúcar, la mantequilla, la vaina abierta de la vainilla y “la carne” de la misma, y la canela.
Cuando llegue a ebullición, apartar del fuego y dejar infusionar para que se desprenda todo el sabor de la canela y la vainilla.
En otro cazo poner las yemas, e incorporar lentamente la Maizena. Añadir poco a poco la leche restante (125 ml) removiendo bien para que no queden grumos.
Colar la leche infusionada y añadir a las yemas, llevar a fuego suave y remover con una cuchara hasta que la crema cuaje y quede bien espesa. Es importante que el fuego esté muy suave, porque en caso contrario se corre el riesgo de que la crema se pegue en el fondo del cazo y se queme.
Para el almíbar: Cocer el agua, el azúcar y el limón durante 5 minutos. Fuera del fuego añadir un chorrito de licor (en mi caso fue whisky, pero con brandy o cualquier otro licor también queda muy bien)
Una vez preparados todos los ingredientes, montar la tarta. Bañar el primer piso con un poco de almíbar y untar con un tercio de la trufa. Tapar con la siguiente capa de bizcocho y repetir los pasos previamente descritos pero cambiando la trufa por la crema. Repetir estos pasos hasta cubrir las cuatro capas de bizcocho.
Cerrar la tarta y cubrir los laterales y la parte superior con el resto de la trufa. Refrigerar durante una hora para que los ingredientes se asienten. Sacar de la nevera y decorar al gusto.
En mi caso los laterales son de figuras de chocolate con leche con lluvia de crocanti de almendras (Vahiné) y figuritas de chocolate blanco. Para hacer las figuras se derrite el chocolate, se introduce en un cono de papel vegetal que utilizaremos a modo de manga pastelera, le cortamos la punta y dibujamos las formas que queramos sobre un papel vegetal. También podemos dibujar a lápiz los diseños que queramos y después darle la vuelta al papel vegetal. Aunque, como en mi caso, con utensilios como el Decopen de LÉKUÉ resulta más fácil…
La parte superior la decoré con almendras… y galletas trituras para simular la arena de la playa. Las sandalias están hechas con fondant de nubes… Uff todo un reto!! Pero eso será otra entrada. Aunque bajo mi criterio, mejor que las figuras se hagan en otro tipo de pasta, ya que el fondant de nubes quedó un pelín blando con el calor.