- Y esta semana + 200grs. : (
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Yo pensaba que sobrellevar la dieta sería mucho más sencillo teniendo tiempo libre (por lo de poder comprar todo lo necesario sin necesidad de “improvisar” ante la falta de cualquier alimento, poder preparar los menús, hacer algo de deporte…) pero cuánto me equivocaba.
Parece que cuando dispones de más tiempo libre, la habilidad para gestionarlo disminuye proporcionalmente… al menos en mi caso.
Cuando trabajaba podía organizarme para gestionar y ejecutar mil y una tareas diferentes en un solo día. Ahora me pierdo haciendo listas interminables de cosas que siempre quise hacer y nunca pude, pero que no pasan del papel.
El motivo (o problema, diría yo) es que las metas que me propongo son demasiado ambiciosas y cuando voy a mitad de camino ya estoy agotada de ver el trecho que todavía me falta y acabo desistiendo. Debería proponerme metas más realistas, ir poco a poco, pero no puedo evitar planificar a gran escala aún a sabiendas que fracasaré antes de finalizar.
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Dos semanas después de haber sido informada verbalmente de mi despido, pero sin haber recibido ninguna notificación formal por parte de la empresa, un compañero va y me dice “ Oye, que me he enterado que te marchas…” ¿¿??¡¡¡!!! A lo que yo, intentando templar mi sorpresa, le respondo: “¿Cómo que me marcho? Bueno, claro, me marcho porque me despiden, sino no me marcharía… “ A lo que Mr. Boquillas va y responde “Ahh! Pues a mi el Sr. Jefe X me ha dicho que te marchas tú porque quieres y además la documentación se está gestionando como si así fuera..” Ehhhh??????
En fin… Así vamos…
Resulta que Mr. Jefe sin escrúpulos estaba amañándolo todo para que, de forma muy sutil y casi imperceptible, yo acabara agobiándome y marchándome por decisión propia.
Silencios, ambigüedades, ahora digo… ahora no, ahora suelto un globo sonda, mañana te entrego tu carta de despido.. bueno, la semana que viene…
Por desgracia no era ésta la primera vez que tenía que lidiar en tales plazas, por lo que, aconsejada por una experta y jugando con su misma baraja trucada, conseguí desenmascarar al zorro y conseguí que la situación se normalizara.
Aún sigo sin entender este tipo de actitudes… y más cuándo vienen de parte de alguien con cierto nombre, relacionado a una entidad representativa vinculada a un centro de renombre nacional…
Nunca hay que tener miedo… el miedo nos paraliza, nos hace dudar de nuestras capacidades y cede terreno a este tipo de individuos que están curtidos en la verborrea vacía, el manejo y el engaño.
Afortunadamente yo supe plantar cara a esta víbora sin escrúpulos, pero me consta que antes que yo hubo otras que no tuvieron tanta suerte y desistieron ante la presión.
Afortunadamente yo supe plantar cara a esta víbora sin escrúpulos, pero me consta que antes que yo hubo otras que no tuvieron tanta suerte y desistieron ante la presión.
Estoy convencida que el Universo pondrá algún día a cada uno en el lugar que le corresponde.
En mi caso me consta que ya está siendo así… pero eso es otra historia.
Ingredientes (para unas 30 unidades):
. 3 plátanos
. 100 grs de harina de repostería (con levadura)
. 1 huevo
. 1/2 cucharadita de aceite
. Una pizca de sal
. Aceite de girasol para freír
. Azúcar glas para cubrir
Preparación:
Separar la yema de la clara. Batir la yema con la sal y el aceite. Añadir la harina tamizada y la leche, batir hasta incorporar por completo. Batir la clara a punto de nieve e incorporarla a la masa con movimientos suaves y envolventes.
Cortar los plátanos en rodajas de unos 2 cm de grueso. Ir echándolas en la masa y, con la ayuda de una cuchara, sacarlas del cuenco y freirlas en el aceite caliente.
Freír en pequeñas cantidades, ya que los buñuelos doblarán su volumen. Dar la vuelta, hasta que estén doraditos por ambos lados.
Escurrir sobre papel absorbente, colocar en un plato y espolvorear con el azúcar glas.
Es un desayuno/merienda rápido y bueno. El sabor del plátano frito es delicioso, dulce y muy meloso. De otra forma, el plátano se desmenuzaría pero, al llevar la masa, las rodajas se mantienen dentro de ésta. Recomiendo freír en una cacerola. El aceite se podrá reaprovechar, colándolo. Y el fondo de la cacerola, muy probablemente, quedará un poco negro del azúcar del plátano que se deposita en el fondo.
. 3 plátanos
. 100 grs de harina de repostería (con levadura)
. 1 huevo
. 1/2 cucharadita de aceite
. Una pizca de sal
. Aceite de girasol para freír
. Azúcar glas para cubrir
Preparación:
Separar la yema de la clara. Batir la yema con la sal y el aceite. Añadir la harina tamizada y la leche, batir hasta incorporar por completo. Batir la clara a punto de nieve e incorporarla a la masa con movimientos suaves y envolventes.
Cortar los plátanos en rodajas de unos 2 cm de grueso. Ir echándolas en la masa y, con la ayuda de una cuchara, sacarlas del cuenco y freirlas en el aceite caliente.
Freír en pequeñas cantidades, ya que los buñuelos doblarán su volumen. Dar la vuelta, hasta que estén doraditos por ambos lados.
Escurrir sobre papel absorbente, colocar en un plato y espolvorear con el azúcar glas.
Es un desayuno/merienda rápido y bueno. El sabor del plátano frito es delicioso, dulce y muy meloso. De otra forma, el plátano se desmenuzaría pero, al llevar la masa, las rodajas se mantienen dentro de ésta. Recomiendo freír en una cacerola. El aceite se podrá reaprovechar, colándolo. Y el fondo de la cacerola, muy probablemente, quedará un poco negro del azúcar del plátano que se deposita en el fondo.
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